En 2003, Karla Gutiérrez, propietario de Casa Violeta, tuvo la visión de crear un santuario junto al mar, donde los huéspedes pueden llegar a la recarga y "volver a conectar con su esencia espiritual Muchas veces, estamos tan consumidos con la lista en constante funcionamiento de las tareas de en nuestra vida diaria que ponemos el alimento de nuestra alma en un segundo plano.

Karla quería construir un verdadero respiro de tales esfuerzos, un lugar donde la gente podía deleitarse completamente en sus sentidos y disfrute de una escapada.

En el momento en que puso un pie en la propiedad idílica que hoy es Casa Violeta "que estaba en casa." En su objetivo de crear una experiencia de paz para los huéspedes, Karla vierte su corazón y alma en la construcción de una "casa" lejos de casa, no sólo para ella, sino para cada persona que viene a quedarse en Casa Violeta. Diez años más tarde, la dedicación completa de Karla a la felicidad de sus clientes y el bienestar integral sigue siendo su objetivo final.

Un antídoto para nuestro mundo de ritmo rápido, tecnológicamente orientado, Casa Violeta ofrece tanto, la belleza física natural y un ambiente espiritualmente rico, en el que los huéspedes pueden conectarse a sus seres superiores. Nuestro restaurante ofrece comida sana y una vista impresionante del océano.

Nuestro spa frente a la playa cuenta con diversos tratamientos curativos, incluyendo authenting masajes mayas que aprovechan la increíble historia local.

El año pasado, hemos construido un nuevo yoga palapa, donde los huéspedes pueden disfrutar de las vistas, sonidos y aromas del mar, mientras que la profundización de su práctica con atentos, profesores expertos.

Ya sea que usted está buscando para una excursión romántica, un lugar para pasar tiempo de calidad con sus seres queridos o una escapada en solitario, Casa Violeta se asegurará de que usted deje una persona diferente que cuando llegó.